jueves, 1 de marzo de 2012

colegas: quienes adeuden la monografía, tanto como primera entrega como por reescritura, podrán hacerlo el jueves 8 de marzo en el SAOP en el horario de 14 hs. a 18 hs.

sábado, 24 de diciembre de 2011

MONOGRAFIAS corrección

También se ha deslizado un error respecto de las monografias de HORBAL Mariana y ACEVEDO Romina, que deben ser reescritas: Las indicaciones serán comunicadas vía correo electrónico.

MONOGRAFIAS corrección

debido a un error se ha consignado que la monografía de SOSA Virginia se encuentra aprobada. En realidad, el trabajo debe ser reescrito según indicaciones que serán comunicadas vía correo electrónico.

viernes, 23 de diciembre de 2011

MONOGRAFIAS calificaciones 2da entrega

ACEVEDO Romina  Aprobada
BATTAGLIA Mariana  Aprobada  
BRESCIANO Ma. Laura  Aprobada
CORRALES Patricia  Aprobada
DEPETRIS Maria  Aprobada
ESPOSITO Cecilia  Aprobada
FERREIRA Elizabeth  Aprobada
GARCIA Carla  Aprobada
GARCIA Olga  Aprobada
GATTI Valeria  Aprobada
GOMEZ Cecilia  Aprobada
GONZALEZ Vanina  Aprobada
HORBAL Mariana  Aprobada
NUÑEZ Noemi  Aprobada
RODRIGUEZ Ma. de los Angeles  Aprobada
SAROBE Romina  Aprobada
SOSA Virginia  Aprobada
VITTE Ma. del Valle  Aprobada
ZAVATTARO Analia  Aprobada
ZELAYA Carolina  Aprobada

viernes, 25 de noviembre de 2011

Entrega monografias

La segunda fecha de entrega de monografias será el miercoles 7 de diciembre a las 10.00 hs. o a las 17.30 hs. en el SAOP

viernes, 28 de octubre de 2011

MONOGRAFIA Instrumentos de trabajo nros. 3,4 y 5

Instrumento de trabajo Nro. 3

Planteábamos en el instrumento Nro. 2 que una de las fases del proceso de escritura por la edición. Resulta necesario detenerse en esta fase, puesto que de ella depende, en buena parte, la posibilidad de que la monografía de posgrado adquiera el estatuto de tal, lo que significa que al igual que la planificación, constituye una operación esencial de la escritura académica. La posibilidad de que el colega en tanto autor “tome distancia” respecto de su propio texto, para que pueda leerlo como si él no fuera su autor, permite revisarlo con el propósito de realizar las modificaciones que considere necesarias. Las siguientes preguntas pueden colaborar para llevar a cabo esta fase:

  1. ¿Considera que la monografía producida es un texto coherente? (ver más abajo)
  2. ¿Al exponer el marco teórico, cree que el lector puede entender cuál es su posición en el planteo realizado? ¿Se encuentran resumidas las ideas fundamentales, se las reformula sin distorsionarlas?
  3. ¿Considera que el texto presenta redundancias, es decir, se repite información innecesariamente o imprecisiones, es decir, no se aporta la información necesaria para comprender determinadas argumentaciones?
  4. ¿La información o el desarrollo conceptual está organizado en párrafos que se conectan entre sí? ¿Cómo contribuyen los conectores en ello?
  5. Cuando se integran otras voces o enunciados ¿de qué manera se lo hace (estilo directo, estilo indirecto, citas mixtas, paráfrasis, alusiones)? ¿Qué efecto se busca lograr?
  6. ¿Se incluyen subtítulos que ordenan la información, el desarrollo del marco teórico, la exposición de argumentos o la defensa de la hipótesis etc.?
  7. ¿El texto presenta saltos temáticos? ¿están anunciados a través de enunciados anticipatorios o introductorios?
  8. ¿Se estructura el texto de modo tal de proponer al lector un recorrido explicativo-argumentativo?
  9. ¿La conclusión a la que se arriba en la monografía deriva de manera lógica del recorrido previo?

Respecto de la coherencia que debe alcanzar todo texto a la que se hace referencia en la pregunta 1, se trata de observar que en el proceso de textualización cumple una función textual crucial: es preciso entonces, que el autor examine durante la fase de revisión a la coherencia, que regula la conectividad del sentido subyacente, así como la cohesión, que actúa en la superficie textual. La coherencia es una propiedad estructurante de los textos en donde las proposiciones aparecen relacionadas por un tema común o macroestructura, lo que constituye una unidad semántica.

En tanto que puede definirse a la cohesión como una de las más importantes manifestaciones de la coherencia, identificable a partir de elementos lingüísticos visibles y materiales, que señalizan tanto la organización interna del texto como el hilo temático, orientando así su interpretación. Es por ello que la utilización inadecuada de las relaciones cohesivas obstaculiza e incluso puede impedir la recepción del texto como una verdadera unidad de significado.

Los enunciados de un texto se vinculan a través de recursos léxicos y procedimientos que explicitan las relaciones gramaticales de tipo sintáctico existentes entre los enunciados. La cohesión léxica se manifiesta partir de la repetición de palabras y expresiones idénticas, la sustitución y la co-ocurrencia de un conjunto de términos que responden al mismo campo semántico. Estas palabras y expresiones ofrecen al lector indicios claros con respecto al tema y facilitan su retención en la memoria a corto plazo, cuando el fragmento leído posee cierta extensión.

A fin de articular los contenidos presentes en la monografía, el autor puede disponer de un conjunto de recursos de cohesión léxica. A título de ejemplo pueden mencionarse dos de ellos:

 -repetición del referente o de una palabra derivada:
la repetición estratégica de un término permite orientar la lectura puntualizando al lector el tema de estudio elegido a través de los párrafos. Su empleo debe ser mesurado a fin de favorecer la coherencia discursiva, evitando un uso abusivo que obstaculice la informatividad del texto, a fin de que la repetición de una palabra no implique además la reiteración innecesaria de un contenido explicitado anteriormente.

 -sustitución:
este recurso consiste en el reemplazo de un término o expresión por otras que refieren en el texto al mismo contenido y cumplen la misma función sintáctica. La sustitución puede llevarse a cabo a través de sinónimos o palabras de significado equivalente, hipónimos (palabras que se refieren a elementos incluidos en un conjunto, por ejemplo, Bach, Mozart, Beethoven son hipónimos de compositor), hiperónimos (designan una clase o conjunto, por ejemplo país es hiperónimo del conjunto que integran España, Perú, Canadá, etc. En nuestro campo, clínica de niños constituye un hiperónimo pues incluye no sólo a la clínica psicopedagógica, sino a la psicológica, psicoanalítica, fonoaudiológica, etc.), antónimos o palabras generales que reemplazan a otras más específicas.

La forma estilística prototípica de la monografía es la analítica, que se caracteriza por poseer estructuras oracionales largas del tipo de oración simple bimembre (con sujeto y predicado), simples incluyentes o incrustadas (que tienen proposiciones incluidas) y complejas (que están compuestas por proposiciones relacionadas por marcadores textuales o conectores). Esto permite la inclusión de información de primer nivel o focalizada y de segundo nivel o periférica expandida y relacionada a través de conectores. Un ejemplo de este estilo es el siguiente:

            Es relevante mencionar que al posicionarse desde una perspectiva cualitativa, la  clínica             psicopedagógica no sólo concibe la singularidad subjetiva del paciente, sino que toma  en cuenta los múltiples contextos en que éste se desempeña, por lo que se desprende una          concepción del aprendizaje como fenómeno plural y no subsumido únicamente al         aprendizaje escolar.

Sin embargo, los párrafos no deben ser excesivamente largos, pues se corre el riesgo de que la idea principal se pierda y el lector no interprete, al finalizar éste, de que se está discurriendo. Resulta preciso entonces, buscar un equilibrio en la construcción de los enunciados de manera tal que engloben las ideas y gradúen la presentación de la información.

En el próximo instrumento abordaremos el tratamiento de las citas bibliográficas y cómo referenciarlas en la monografía.


Instrumento de trabajo Nro. 4

Respecto de la construcción de las referencias bibliográficas, es sabido que el modo de consignarlas varía según se trate de libros, artículos de libros, publicaciones periódicas y colectivas, recopilación de autores varios e incluso documentos electrónicos, entre otras referencias. Para la realización de una monografía de posgrado, se debe observar una normativa similar a la utilizada para capítulo de libro o artículo de revista científicas, a la hora de referenciar algunos de los desarrollos llevados a cabo. Se detallan a continuación las referencias más usuales:

a)      Libros
1. apellido y nombre del autor o autores o compilador/editor. 2. año de edición (entre paréntesis). Si no figura el dato se escribe s/d (sine data). 3. título del libro y subtítulo (en bastardilla).  4. lugar de edición. Si en el libro no figura, se escribe s/l (sin lugar). 5. editorial. Si no se la menciona, se indica s/r (sin referencias). 6. cantidad de volúmenes, cuando se quiera citar el texto en su conjunto. En caso de que se trate de más de uno y se quiera citar sólo uno de ellos, se expresará la abreviatura Vol. Seguida del número que corresponda, a continuación del título y subtítulo.
Ejemplo: Paz, Octavio (1993), La llama doble. Amor y erotismo, Barcelona, Seix Barral.

b)      capítulos/artículos en libros
1.    apellido y nombre del autor/ autores o compilador/editor. 2. año de edición. 3. título del artículo (entre comillas). 4. título del libro (en bastardilla). 5. lugar de edición. 6. editorial.
Ejemplo: Didi-Huberman, Georges (1997), “La dialéctica de lo visual, o el juego del vaciamiento”, en  Lo que vemos, lo que nos mira. Buenos Aires, ediciones Manantial.
 
c)      artículos en publicaciones periódicas (revistas, diarios)
1. apellido y nombre del autor. 2. año de edición. 3. título del artículo (entre comillas). 4. nombre de la revista o el diario (en bastardilla). 5. número del ejemplar. 6. ciudad de edición. 7. mes y año. 8. páginas en las que se figura el artículo.
Ejemplo: Maggio Ramírez, Matías (2007) “Nalgas sangrantes. Un boceto a mano alzada acerca de los problemas de hacer buena letra en la Buenos Aires colonial”, en Páginas de Guarda, nro. 4, Buenos Aires, primavera de 2007, pp. 107-114.

d)      artículos en publicaciones colectivas
1. apellido y nombre del autor. 2. título del artículo (entre comillas). 3. en nombre y apellido del editor/coordinador del libro. 4. año de publicación. 5. título del libro (en bastardilla). 6. lugar de edición. 7. editorial. 8. número de páginas.
Ejemplo: Kowalski, Kazimierz, “Pautas de extinción de los mamíferos durante el Cuaternario”, en Agustí, Jordi (editor) (1996), La lógica de las extinciones, Barcelona, Tusquets eds., pp. 193-216.

e)      recopilaciones de artículos de diversos autores
1. AA.VV. 2. fecha de publicación. 3. título y subtítulo de la recopilación. 3. colección y número del volumen en esa colección (si lo hubiere). 4. nombre y apellido del editor/compilador (si lo hubiere). 5. lugar de edición. 6. editorial.    
Ejemplo: AA.VV. (1986) Dificultades en el aprendizaje escolar. Aportes para una discusión integral, Buenos Aires, Miño y Dávila editores.

f)        páginas y documentos electrónicos
1. responsable principal (autor/es o institución) 2. título y subtítulo (en bastardilla). 3. tipo o medio de soporte. 4. lugar de publicación. 5. editorial (si lo hubiere). 6. fecha de publicación. 7. fecha de cita. .ere  lección (si lo hubiere). 8. disponibilidad y acceso.
Ejemplo: Tunnermann Berheim, Carlos, La reforma universitaria en Córdoba (en línea) México: ANUIES, 1968 (citado el 30 de enero de 2006), (Temas de Hoy en
la Educación Superior). Disponible en Internet en http:/ www.anueis.mx/ libros98/lib6/000.htm


En el próximo instrumento abordaremos el tratamiento de las cuestiones gramaticales atinentes a la escritura especializada, para aquellos cursantes que necesiten consultarlas.


Instrumento de trabajo Nro. 5

Este último instrumento está dirigido a aquellos colegas que observan dificultades en la escritura de la monografía, es decir que luego de atravesar el proceso de constitución (elección de temática, lectura, producción de borradores), el momento de materializar el  producto escrito en sus partes canónicas.


LA DIMENSION GRAMATICAL EN EL PROCESO
DE ESCRITURA ESPECIALIZADA


Oscar D. Amaya

Las nuevas teorías gramaticales han abierto horizontes insospechados
y dejado al descubierto vastísimos caminos para transitar, fundando nuevas
formas de reflexión sobre el lenguaje, apelando a los hombres sobre el valor
y la complejidad de los sistemas lingüísticos, advirtiendo lo inagotable y
omnipresente de la semanticidad del lenguaje, desplegando el espacio para
la especulación, despertando el interés por el descubrimiento, adjudicando a
la agramaticalidad un papel de punto de referencia, explorando los
límites de las reglas y de la gramaticalidad e introduciéndose así en
el misterio de la  psiquis humana y conjeturando cómo el niño
adquiere de manera tan rápida y eficaz mecanismos tan complejos.

M. Viramonte y A. Carullo


El lenguaje forma parte de la existencia cotidiana de las personas al punto que suele considerárselo como un objeto transparente del que puede darse cuenta mediante el sentido común, por el hecho de que un hablante nativo puede emplearlo sin demasiada dificultad. Todo hablante cuenta con un léxico más o menos amplio, conoce de manera inconsciente reglas que le permiten formar palabras y oraciones y puede distinguir si están bien formadas o no, así como reconocer las condiciones del contexto lingüístico en el que un enunciado es o no adecuado, entre otras competencias.

Sin embargo, como bien plantea Di Tullio (1995), tomar distancia de la lengua para convertirla en un objeto de reflexión supone, a diferencia del sentido común, adoptar una posición no ingenua, que representa una tarea compleja. El psicopedagogo debe poseer un conocimiento sistematizado acerca del funcionamiento de la lengua que requiere de un saber científico formulado mediante reglas, principios y leyes. En otras palabras, conocer la gramática de su lengua nativa.

La gramática puede ser abordada desde dos dimensiones complementarias:

1)      como el conocimiento del que dispone un hablante de su lengua, es decir, un saber hacer, un saber fáctico respecto de cómo de forma una construcción lingüística. Se trata de un fenómeno de naturaleza psíquica.
2)      como una descripción de la lengua, es decir, como una actividad científica llevada a cabo por un lingüista. Se trata de un saber qué, conocimiento que se formula a través de reglas y principios teóricos.

En tanto saber especializado, la gramática se interesa por conocer y explicitar las reglas generales que dan cuenta del funcionamiento de una lengua adquirida por un hablante de manera “natural” sin enseñanza sistematizada. El conocimiento de la gramática permite comprender que se trata de una herramienta para la adquisición de habilidades metalingüísticas, es decir, un medio para el control del lenguaje: una reflexión, una adecuada producción y la supervisión de su comprensión. Esta conciencia metalingüística requiere de un aprendizaje por parte del psicopedagogo. A través de una creciente apropiación de esta competencia, se perfecciona la posibilidad de analizar textos, monitorear la propia producción escrita, desautomatizar procedimientos de escritura y establecer relaciones entre el lenguaje objeto y el metalenguaje.

Una de las dimensiones necesarias de manejar con eficacia es la gramática de la lengua escrita. La escritura puede ser entendida como un sistema para construir significados que se constituye en unidades semánticas. La unidad de sentido mayor es el texto, es decir, un complejo semántico-discursivo que se realiza a través de los componentes de la gramática: parágrafos, párrafos y oraciones o cláusulas. Estos componentes se distinguen por su aspecto gráfico: mientras que la oración está limitada por mayúscula al inicio y punto al final, el párrafo por sangría y punto y aparte, en tanto que el parágrafo es un conjunto de párrafos encabezado por un subtítulo que sintetiza su contenido.

Siguiendo a Moyano (2007), puede decirse que el párrafo constituye una unidad de pensamiento realizada a través de la escritura. Con frecuencia, todo en él se articula en torno a una idea central que se expone, se desarrolla y se cierra, lo que determina el fin de esta unidad. La localización de la idea central se plantea en una oración o cláusula que posee el carácter de principal, siendo las restantes cláusulas subordinadas a ellas cumpliendo las funciones textuales de ampliar, reformular o ejemplificar aspectos de la idea central contenida en la cláusula principal. No obstante, en un párrafo puede expresarse más de una idea central.

Si el cursante del Curso de Posgrado, como autor del texto, decide situar la cláusula principal del párrafo en su principio, el resto de las cláusulas cumplirán las funciones textuales ya mencionadas de ampliación, matización, ejemplificación, reformulación, etc. Si la cláusula principal se sitúa al interior del párrafo, el efecto textual será el de trimembración, es decir, una primera parte funcionará como introducción, donde el autor prepara el terreno para el punto álgido del párrafo o idea central, para luego en la tercera parte, proceder a construir cláusulas de aclaración, reformulación, etc. En tanto que si la cláusula principal se sitúa al final del párrafo, ésta cumplirá la función de conclusión general de todo lo planteado en términos de razonamientos preliminares o parciales, otorgando así la plena significación del párrafo.

En lo atinente a las cláusulas subordinadas, es importante considerar el modo en que han de ser construidas, en su trabajo de ampliar y reformular, entre otras operaciones textuales. Estas cláusulas pueden expresar mediante otros términos la idea de la cláusula principal, con el objeto de subrayar su sentido y así disipar posibles ambigüedades o equívocos desempeñando por ello la función de redundancia o reformulación. Otra operación textual en este tipo de cláusulas es la expresión del punto de vista del autor en lo referente a la discusión o rechazo de otras posiciones o concepciones, respecto del objeto discursivo que considera su texto. En este caso desempeñan la función de contraste. Por último, puede considerarse la función de ejemplificación de la idea central a través de casos clínicos específicos, lo que permite la articulación de los aspectos genéricos o teóricos con los concretos del quehacer de la clínica.

Respecto de la oración o cláusula, sus componentes constituyen un conjunto de elementos organizados alrededor de un proceso, realizado por un verbo, alrededor del cual se organizan frases nominales, preposicionales y adverbiales, que funcionan para la construcción del significado. A través de la función lógica (conectores), una cláusula puede estar ligada a otras en relación de interdependencia. También es usual que una cláusula funcione como modificador de un sustantivo dentro de la frase nominal, lo que constituye una cláusula incrustada.

En las oraciones o cláusulas, entidades, fenómenos o personas participan de distintos tipos de procesos en los que actúan, hablan o perciben o son definidos, descriptos o clasificados, mientras que otros elementos asociados señalan las circunstancias en que estos procesos ocurren. Es por ello que cada cláusula se compone de tres tipos de elementos o constituyentes:

- entidades, fenómenos o personas como participantes de un proceso, que se representa mediante sustantivos o frases nominales;
- un proceso (actividad) que generalmente está representado en la lengua por verbos;
-circunstancias en que el proceso se produce, realizadas a través de adverbios o construcciones preposicionales.

Tal como lo muestra el siguiente ejemplo, pueden observarse la presencia de los constituyentes de las oraciones o cláusulas:

conexiones
Participantes
proceso
circunstancias
Se trata de
un abordaje
que exige
aplicabilidad, síntesis, fundamentación y esquemas de investigación en términos de estrategias de intervención clínica.
Es por ello que
las estrategias de esta naturaleza
suponen
una actividad intelectual interpretativa.
También implica

evaluar
la importancia relativa de cada concepto, sus interrelaciones y la pertinencia de generalizaciones implícitas o explícitas en la interpretación clínica.


En esta última cláusula, el participante se encuentra implícito: abordaje. Si se repusiera, podría ser expresado como “este tipo de abordaje”.

Puede verse a continuación un ejemplo de cláusula incrustada (< >):

conexiones
Participantes
proceso
circunstancias

La Epistemología Genética <que posee un alcance mucho mayor que la mera divulgación de “estadios” o “períodos de la inteligencia”>
permite comprender
de una manera nueva cualquier proceso de adquisición de conocimiento.




A partir de estas consideraciones iniciales, el cursante podrá llevar a cabo un proceso de auto-corrección de los párrafos y oraciones que en una lectura posterior de su propia escritura, considere que pueden ser mejorados, situando los componentes en la forma que considere correcta en la caja que figura más abajo, pudiendo extenderla hasta donde le resulte necesario.


Bibliografía

AA.VV. (2003) Lingüística en el aula. Año 4- nro. 4 Publicación anual del Centro de Investigaciones Lingüísticas de la Universidad Nacional de Córdoba.
Di Tullio, A. (1995) Manual de gramática del español. Buenos Aires, ed. La Isla de la luna.
Moyano, E. (2007) “Géneros que hablan de ciencia”. En: AA.VV. La comunicación escrita en el inicio de los estudios superiores.  Buenos Aires, UNGS.


conexiones
Participantes
proceso
circunstancias














A modo de cierre


Son éstas algunas puntuaciones de un vasto conjunto, que posibilitan la factura de uno de los géneros académicos que permiten considerar a la escritura no como un medio para “expresar” lo que un autor ha pensado, sino como un proceso por medio de cual se descubre y transforma el conocimiento que se construye al interior de reflexiones y prácticas disciplinares. El autor es un sujeto –afirma Klein- que produce un objeto que fuera de sí mismo, le permite tomar distancia en  relación al contenido escrito para así poder observarlo y cuestionarlo. Somos nuestros primeros lectores. Debemos ser exigentes, mas no despóticos. También resulta conveniente procurarnos de otros lectores tanto colegas como neófitos, que puedan asumir el rol de lectores críticos.